viernes, 6 de abril de 2012

CIEN AÑOS DE IMPUNIDAD.




Siempre he sostenido que la Historia se la hace a conveniencia de los grupos de poder o de los  gobernantes de la época; y, que la única Historia Verdadera, es la que nosotros la vivimos o la que valientes historiadores, la hacen en la clandestinidad, sin honores,  sin homenajes, pero verdadera.

Ahora que contamos con la herramienta del Internet, podemos recoger versiones, para ponerlas a consideración de nuestros lectores, para que ellos juzguen, el valor de verdad que pueden tener.

Al máximo LIDER del Partido Liberal Ecuatoriano, General Eloy Alfaro Delgado, lo mataron una alianza de autoridades del gobierno, medios de comunicación oficialistas ultra conservadores, comerciantes de la Costa y terratenientes de la Sierra, liberales traidores, mas el silencio cómplice de Monseñor Federico González Suárez, que con su intervención pudo haber evitado ese cobarde asesinato.
Si por los hermanos Restrepo, “Secaría la Laguna de Yambo, si es necesario”, se debe realizar el JUICIO DE LA HISTORIA, para desenmascarar definitivamente a los autores, cómplices y encubridores de ese repudiable crimen; igual se debe establecer quién o quiénes fueron los autores intelectuales de los asesinatos de: ABDON CALDERÓN MUÑOZ, JAIME HURTADO GONZÁLEZ, CONSUELO BENAVIDES, y tantos otros quedados en la impunidad y el olvido.
Al General Eloy Alfaro, lo mataron aquellos que encabezados por el Dr. Carlos Freile Zaldumbide, se confabularon para derrocarlo del poder el 11 de agosto de 1911, cuando apenas faltaban 19 días para concluir el mandato presidencial.
Lo mataron el Ministro de Guerra, general Francisco Navarro, que protagonizó en Guayaquil, el asesinato del general Pedro J. Montero, el 26 de enero de 1912, constituyendo el anuncio de lo que ocurriría dos días después con los mártires de la Revolución Alfarista.
Se sostiene que el diario El Comercio de Quito, del 11 de enero de 1912: "Y no ha de ser pues, esta nueva traición de la Patria la que de prestigio ni en el pueblo ni en el ejército a un hombre execrable y aborrecible- será, por el contrario, un poderoso estímulo para acabar de una vez para siempre con todos estos elementos nocivos para la República. Tal vez la justicia haya unido a Montero con Alfaro, para ejercer sobre ellos sus inexorables vindicaciones".
Lo mataron el titular de diario La Prensa, del 11 de enero de 1912: "LA VÍBORA EN CASA. Esta es la víbora que tenemos entre nosotros, oh! Ecuatorianos, y a esta víbora es preciso triturarla".
Titulares y editoriales como esos, y peores aún, publicaba la “Prensa Corrupta” de ese entonces, periódicos como: La Prensa, El Comercio, Constitución; mas la confabulación de Generales del Ejército y la Oligarquía Criolla. Con la venia del General Leonidas Plaza Gutiérrez, se permitió el traslado desde Guayaquil hacia Quito, de: Don Eloy Alfaro, Pedro J. Montero, Flavio Alfaro, Ulpiano Páez y demás principales cómplices, “Para juzgarlos”.
Los macabros acontecimientos, la quema y el arrastre de los PATRIOTAS, se dio el del 28 de enero de 1912.
Los mataron, la cúpula de la iglesia católica, cuyo jerarca Monseñor Federico González Suárez, contempló sigilosamente desde los ventanales de la casa arzobispal de Quito, el arrastre de los patriotas liberales
El juicio penal por el asesinato del Alfaro y sus patriotas acompañantes, hecho ocurrido en Quito el 28 de enero de 1912, se prolongó hasta febrero de 1932. La Corte Superior de Justicia de Quito encontró "al parecer indicios de responsabilidad" al no haberse dictado órdenes preventivas para evitar los aciagos sucesos y desestimó la existencia de asociación para cometer el acto de lesa patria, "por no existir prueba al respecto". Luego de más de dos décadas del sainete jurídico, se afirmó que "EL CRIMEN ES CONSTANTE, PERO LOS SINDICADOS NO SON AUTORES NI CÓMPLICES POR LA IRRESPONSABILIDAD DE LAS MULTITUDES". El 28 de enero de 1912, ejercía el mando ejecutivo el Dr. Carlos Freile Zaldumbide; Ministro del Interior, Dr. Octavio Díaz; y Ministro de Guerra y Marina el Dr. J. Federico Intriago.
Al parecer, siempre ha existido el ABUSO DE PODER, la impunidad de crímenes de Estado, a cuyos presuntos autores, hasta les han perennizado sus nombres.
  



Ene 20/2012

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