Una sentencia del convivir ciudadano es: “Todo deber conlleva un
derecho”, que casi lo podríamos asimilar como aquel verso: “Amor con amor se
paga”, hago esta cita, porque pude leer en la prensa local, la celebración de un
convenio; por una parte la Cooperativa de Transportación Urbana, Ciudad de
Machala, y por otra una Radio local, con
el propósito de “concienciar a la ciudadanía para que se respeten las unidades
de transporte urbano”, mejor dicho los buses del servicio urbano, que vienen
siendo “rayados sus asientos y paredes”; nos parece muy loable su pretensión,
no podría ser de otra manera, los señores propietarios de los buses, quieren
conservarlos de la mejor manera; pero, QUÉ HAN HECHO LOS SEÑORES BUSEROS Y
CONTROLADORES CON SUS USUARIOS PARA ASPIRAR UNA RECIPROCIDAD DE PARTE DE
ELLOS?, vamos a analizar unas cuantas actitudes de parte de estos señores en
contra de la ciudadanía que los ocupa:
- Se detienen
donde les da la gana para coger pasajeros, pero para dejarlos, “espere la
parada”.
- Salen “como
acompañando un sepelio”, hasta llegar al centro de la ciudad para
emprender la estampida a gran velocidad, sin respeto a peatones ni
vehículos, que deben circular en función de su apuro.
- Decenas de
ciudadanos, por no decir cientos, han sufrido golpes y contusiones, por
ese “frena y arranca”, para marcar tarjeta. Súmele las vidas que han
cobrado por ese apresuramiento.
- Dos, tres, o
mas cuadras, antes del reloj, sale como un bólido el controlador, al grito
de “abran paso”, les importa ir atropellando a quien se les cruce en el
camino, porque tienen que ir a “marcar tarjeta”.
- Nos
ensordecen con esos pitos estridentes, y pobre de aquel que les reclame,
se lleva la peor insultada del “cultísimo” controlador, con el apoyo del
no menos culto chofer.
- Fui testigo
cuando en la esquina de Nueve de Mayo y Bolívar, estos dos educados
señores, le rompieron la cara a un usuario, porque les reclamó que no “le
boten a su niña como trapo viejo”.
- Nos
intoxican diariamente con: monóxido de carbono, plomo y otros gases, que
emanan por sus escapes, que muchos los tienen hasta mal instalados, con
“doble salida”.
- Te ponen A
TODO VOLUMEN la música que a ellos les gusta; y si alguien comete el grave
error de pedir que le “bajen el volumen”, tiene como respuesta, “váyase en
taxi si no quiere oír la música”.
- Cuando
llevan mucho apuro y están estudiantes en espera de su servicio, se
escuchan las expresiones del controlador: “dale no mas que esos pagan
medio pasaje”, y si se trata de un anciano: “dale que ese viejo demora
mucho para subir”.
- Pese a notar
con claridad que el otro lado de la calle está saturado de vehículos, como
el semáforo está en verde, SE METEN EN LA BOCACALLE, sin el mas mínimo
respeto a los demás, que cuando tienen que circular, están TAPONADOS por
ellos; esto pasa diariamente en las intersecciones de las calles:
Buenavista y 25 de Junio, Buenavista y Rocafuerte, Junín y 25 de Junio,
Santa Rosa y 25 de Junio, etc.
- Nadie puede
aceptar, pero se repite diariamente y cada momento, esa orden emanada por
el controlador: “vaya para atrás”, “atrás está vacío”, “siga señor, deje
pasar”, etc; y, aquel ciudadano que lo obligaron a que “siga para atrás”,
cuando le toca quedarse, al no poder avanzar rápido, es dejado dos, tres y
hasta cuatro cuadras después del lugar que debió quedarse, sin poder
reclamar nada, porque lo mandan a que “coja taxi”, si quiere otro trato.
Si se corrigen estos atropellos, que hay
mas, tengan la seguridad que habrá respeto y consideración por parte de la
ciudadanía, porque como señalo en las primeras líneas: “AMOR CON AMOR SE PAGA”,
“SE SIEMBRA PARA COSECHAR”.
Feb 18/2009
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