Se ha levantado una polémica, un
escándalo, por la situación económica que han logrado alcanzar, en poco tiempo,
los “Pastores” de la Agrupación Religiosa “Pare de Sufrir”; personalmente no
veo ni el más mínimo problema, estos Señores plantean una situación religiosa,
si hay elevado número de creyentes, que les ha parecido la mejor ruta para
ganarse el “cielo” o la “salvación”, tienen todo el derecho de hacerlo, la
misma Constitución aprobada el 28 de septiembre pasado, garantiza la libertad
de creencia religiosa; y, siendo una Garantía Constitucional, es un DERECHO
CIUDADANO, por lo tanto, nadie, absolutamente nadie, puede objetar, peor
juzgar, esa decisión que han tomado aquellos compatriotas. Si han logrado
convencer al creyente, de que para lograr la salvación hay que aportar con
cantidades de dinero, a quien le importa, es el dinero de esa persona, si lo
entrega por ingenuo o “engañado”, es su problema, es su dinero, a nadie le pide
para dar esa aportación.
Si se va a abrir una investigación, como
lo anuncia la prensa, que igualmente se investigue, a los señores mormones o
“De los Santos de los últimos días”, que, sin ser numerosos, tienen templos de
lujo a lo largo y ancho de nuestra Patria, inclusive, se sabe que en Guayaquil,
el templo que se construyó, millonario por cierto, no usó el mármol de Cuenca
por ser “runa”, y se trajo mármol de Italia para esa construcción.
De la misma manera, tendría que
investigarse, a dónde van a parar las decenas o cientos de miles de dólares,
que año a año se recaudan en agosto y septiembre, con motivos de las
celebraciones de las “fiestas” de El Cisne y Chilla, respectivamente. Ya debió
ser declarado Patrimonio Ecuatoriano, la Iglesia de La Compañía, de la Capital
de la República, cuyos altares son “laminados en oro” o de “pan de oro”, a tal
punto que dejó de ser Iglesia, para pasar a ser Museo, en donde hay que pagar
la entrada para poder admirarla; ojalá esos valores estén ingresando a una
cuenta fiscal, para beneficio del pueblo ecuatoriano.
Parece que no existe religión en la que
no tenga que entregarse dinero, hay quienes los llaman, como en el tiempo de la
colonia, “diezmos”, que no es otra cosa que el diez por ciento de tu sueldo
mensual, o como se lo quiera tomar, pues, como se trata de porcentaje, da
igual.
Según la Historia, Cristo, “El hijo de
Dios”, creador del Cristianismo, no tuvo templos de lujo, predicó en sandalias
y a pie, a diferencia de ahora que, los religiosos de mayor jerarquía, ocupan
carros costosos, viven “como reyes”, inclusive hay agrupaciones que se sabe han
comprado deuda externa.
Cuidado se crea que pertenezco a la
agrupación “Pare de Sufrir”, de ninguna manera, pero, si les preocupa la
economía de esos señores, todos tienen que ser investigados, si “Dios está en todo
lugar”, adórenlo en su casa, que ni Dios, ni los “Santos”, tienen gastos que
realizar, como para entregar dinero, que pasaría a ser como: “Pagar el
pasaporte al cielo” o “Comprar la salvación”.
Agt 30/2009
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