Santa Rosa, mi Tierra Querida, tiene
innumerables obras que el actual Gobierno puede dotarla, voy a citar dos, que
irían en beneficio directo del medio ambiente y lógicamente de la ciudadanía
santarroseña:
1.
La expropiación, porque se me informó que han
aparecido dueños, y el relleno, de las “pozas” circundantes, para integrarlas
como terrenos para nuevas barriadas; y, al mismo tiempo se elimina ese gran
criadero de mosquitos y de todo vicho, ya que en su mayos parte, han pasado a
ser pozos sépticos de las casas que se han instalado en sus alrededores.
2.
Rescatar el río Carne Amarga, que antes fue el
balneario popular, y ahora, criminalmente, igualmente se lo ha transformado en
un canal de aguas servidas, en el mismo Santa Rosa y aguas arriba; pero,
inocentes niñas y niños, los hemos visto tomarse “un baño” en esa podredumbre.
También debería descontaminarse el río Caluguro, que desde Birón, aguas arriba
y aguas abajo, pasando por Bella María, están diariamente envenenando sus
aguas.
Estas son
obras prioritarias para mi Cantón, no “La Ciudadela Penitenciaria”, en
Castellano, la cárcel para quienes delincan en las diferentes especialidades.
Que con esa
obra van a dar mucho trabajo a los santarroseños, puede ser; pero, con las que
les acabo de señalar, darán trabajo y bienestar, lo segundo no lo conseguirán
jamás con la cárcel que pretenden construir, por muy “cinco estrellas” que sea.
En todo
país, los Centros de Reclusión, están lo mas lejos de las urbes, pero claro, es
lo mas lógico, si todos conocemos las bandas que al interior de las cárceles se
disputan el liderazgo a cualquier precio; que desde allí, tienen gente afuera
que la dirigen. En la Sierra Orense hay mucho terreno sin cultivar, favorezcan
ese sector y al mismo tiempo enseñan a cultivar al recluso para que se alimente
de lo que produce y lo reinsertan en la sociedad como un hombre útil a la
misma.
Por último,
esto es determinante, construyan esa famosa “Ciudadela”, en uno de los islotes
del Archipiélago de Jambelí, o mucho mejor, en esas grandes extensiones de
terreno entre Huaquillas y Arenillas, membretadas como “Reserva Militar”,
secadales que serán productivos muy pronto con la terminación del proyecto
Tahuín. Hagan allá la cárcel pública, pomposamente llamada “Centro de rehabilitación”,
en donde los reclusos, no son reos, sino “huéspedes”; pero, dejen tranquilo a
mi Santa Rosa, que jamás ha pedido esa “obra”; y, que no se nos siga
estropeando la retina con declaraciones en los diarios, como: “La Ciudadela
Penitenciaria, va porque va”.
MAS RESPETO
PARA ESE PUEBLO QUE ES TOLERANTE, PERO NO TANTO.
Feb 10/2010
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