Definitivamente, no tenemos quién vele
por nuestras vidas, hablando en términos
generales, puesto que son decenas de asesinatos, incluido el del Capitán Byron
Palacios, que hasta la fecha no ha sido resuelto; pero, quiero referirme
específicamente a esas vidas de jóvenes universitarios, que al pretender llegar
al Centro de Estudios o alejarse de éste, tienen que atravesar esa vía, en
donde sin ningún control, conducidos irresponsablemente, circulan bólidos que
ya han terminado con la existencia de varios estudiantes y hasta la presente
fecha no hay quien diga “esta boca es mía”: ni las Autoridades de la
Universidad, ni los Dirigentes Estudiantiles, ni la Policía, peor el
Contratista de la Obra, que está en la obligación de brindar la protección
respectiva a las vidas humanas que estarían en peligro durante la construcción
de la misma.
Las Autoridades de la Universidad
debieron exigir a la Comandancia de la Policía, que sitúe allí suficiente personal
policial, de tal manera que se garantice el paso seguro de los estudiantes en
los momentos que lo requieran, porque todos conocemos, que la mayoría de
conductores, les importa poco o nada la vida de las personas, si todos
conocemos que ese el paso obligado de estudiantes universitarios, lo correcto
es disminuir la velocidad en ese tramo, pero, parece que imprimen mayor
velocidad en el sector. Tenía que hacerse un trabajo conjunto con la Dirigencia
Estudiantil para este fin.
La policía por su parte, debería estar
donde se la requiera, no necesariamente tiene que solicitársele el servicio,
porque la Ley le obliga a proteger las vidas de todos los ecuatorianos; y,
desde que se dio la primera muerte de un estudiante, tenía que tomar las
medidas para que eso no se repita, sin embargo, no se lo hizo, ni se lo ha
hecho, desconocemos si se está esperando una nueva muerte para actuar.
El Contratista de la Obra, tiene la
obligación de tomar todas las medidas a fin de no provocar el mas mínimo
accidente que pueda lesionar la integridad de las personas; pero, no se ha
hecho absolutamente nada. Si no había la intervención de la Policía, tenía que
solicitarla; y, si no tuvo respuesta positiva, tenía que contratar obreros para
que sean ellos quienes señalicen personalmente, cuándo un vehículo debe
detenerse y cuándo debe continuar su marcha, la vida de un ser humano no tiene
precio, los salarios que tendrá que pagar ese Contratista, salen de los
llamados “Gastos indirectos”, que por mucho que representen, no cubren ni un
mínimo del valor de una vida.
Alguna Autoridad debe actuar de oficio,
en Santa Rosa, por no haber señalización, un ciudadano cayó al río Santa Rosa a
la altura de donde existía el puente, igual eso ha quedado en la impunidad; por
favor ALGUIEN DEBE INTERVENIR.
Jul 14/2009
No hay comentarios:
Publicar un comentario